Otra noche más en la sucursal del pecado. Los gritos no cesan, los cartuchos no acaban, las sirenas tiñen de rojo y azul el cielo, los perros no dejan de ladrar, los gatos no dejan de maullar, y las sucias putas no me dejan de acosar…
- - Papi venga, a 20 la hora y lo trato como a un rey
¿A 20 la hora?, ésta perra está loca, gano menos con mi trabajo, además su putrefacción es nefasta, sucia. Pero no es tiempo de pensar en las cañerías mal olientes que debe tener esa puta; otra niña fue violada y asesinada brutalmente, y el malparido no deja huella. ¡Uff! Esto es asqueroso, la niña está totalmente desangrada, era virgen, y el olor no deja de penetrar en mi cerebro, siento que cada partícula de ese pútrido aroma mata a cada una de mis neuronas; no puedo pensar claramente. Debo descansar, ha sido una semana dura, ya van cinco menores en menos de un mes y no tenemos pistas del asesino, del violador, del ‘hijueputa’ ese, de ese hombre sin alma que se cree el dueño de la vida y de la muerte. El dueño soy yo, si se trata de matar a ese desgraciado.
La escena del crimen sigue intacta, procedo a analizar cada una de las posibles pistas que nos ayudarán a descubrir al culpable (si hay pistas, claro). La sangre acobija sus piernas como una manta que la protege de la noche, pero noto que hay algo diferente en ésta víctima, algo que en las otras no se presentó; en sus manos hay sangre, ¿de su propia sangre?, tal vez, pero debo acercarme más… ¡SUS UÑAS! Claro, debo sacar una muestra de entre las uñas, puede que se haya defendido y haya aruñado a su atacante. ¿Habrá sido tan descuidado esta vez? Será enviar las pruebas al laboratorio de inmediato…
-
- -Negro, necesito que ‘llevés’ a Análisis Forense ésta prueba, tal vez ahora si demos con el ADN del culpable.
-
-Todo bien.
-Todo bien.
Todo bien dice el negro, ojala todo estuviera bien. ¿Por qué los gritos no cesan, los cartuchos no acaban, las sirenas tiñen de rojo y azul el cielo, los perros no dejan de ladrar, los gatos no dejan de maullar? Ésta será otra de esas noches en las que el ruido inútil de la oscuridad no me dejará dormir. Recuerdo que la luna antes era bella, blanca masa cósmica que inspiraba paz; hoy es otro astro espacial que es inútil aparentemente. Mientras la sucursal del cielo se hunde, la sucursal del pecado toma su lugar; tramposa, sucia, ciudad podrida.
¡Ay! Otra mañana gris, como extraño ese calor que se sentía en Cali no mucho tiempo atrás, ese sabor a empanada y ‘pandebono’, esa calentura de la tierra caliente, esos aguardientes, ¡Oh, esos aguardientes! Como extraño ser un ciudadano, no un refugiado más. Levantarse es el mayor de los problemas, la falta de ganas de vivir y la falta de interés hacen que mi cuerpo pese el doble de lo que pesa ahora. Sé que tengo que levantarme, un desgraciado anónimo me espera. Que fría está el agua, casi tan fría como el alma de los que habitamos esta triste sucursal. No tengo ya ganas de bañarme, creo que mejor salgo y me visto. Así está mejor, la gabardina aun me queda, vaya sorpresa… la boina también. Qué triste ya nada le da color a mi vida.
Otra vez llego a este asqueroso recinto… la estación de policía es lo mas frívolo que hay en esta ciudad, mas aun que las mismas calles. Vengo a recoger la prueba de ADN de las uñas de la víctima; ojala algo productivo, ojala algún avance, ojala… ¿Dónde carajos se metió ese negro? Ah!
-
- - Negro, bonito reloj, ¿Dónde lo compró?
- - Negro, bonito reloj, ¿Dónde lo compró?
- - En Unicentro, cuando lo compré estaban de rebaja en esos almacenes de chucherías…
- -Me gusta… vea ‘quiubo’ de la pruebas, ¿Qué paso con eso?
- -Pues… ni pa que le digo detective… el “renunciado” Morales… de él es el ADN… aquí están los resultados…
No puedo creerlo… no puede ser… Morales no… siempre fue un buen policía, honesto, servicial, noble; por lo menos hasta donde yo lo alcance a conocer. Y el ‘hijueputa’ acento de ese negro hace que suene peor. Tengo que salir de éste asqueroso lugar, éstas paredes manchadas de ambición y envidia carcomen mi piel y me dejan a carne viva, presa perfecta para ésta manada de carroñeros que le juraron lealtad a la constitución.
La calle parece ahora un lugar más acoge… ¡Oh!… aquella música ensordecedora de las sirenas, ahora sí que buena música; el silencio y las miradas punzantes en la estación me tenían la nuca a medio sangrar. ¿Qué carajo? Tantas veces que he caminado por éste andén y jamás había visto ese café, que lindo se ve al lado de esa cárcel para policías. Vaya, un asiento sin púas…
- - Un café por favor
- - Con mucho gusto
Que amabilidad la de esa niña, creo que me morí con la noticia del Negro y llegué al cielo… no… imposible, seguro yo iría al infierno.
-
- Muchas gracias
- Muchas gracias
- -Con mucho gusto
Que hermosa sonrisa.
No puedo creer que el ADN sea de Morales, uno nunca se imagina quien va ser el culpable, es cierto, pero esto es ridículo. Sé que morales renunció sin razón alguna, renunció a todo su éxito, a un puesto por el que esos buitres de la estación darían la vida… me niego a creer en su inestabilidad emocional, seguro todo eso sucedió por su matrimonio, quería estar cerca de su esposa… o yo que sé, pero él es una persona digna, bueno así era cuando lo conocí; supongo que debo buscarlo.
-
-Señorita ¿cuánto es?
-Señorita ¿cuánto es?
- -Dos mil pesos señor
Dos mil pesos por un café, esta ciudad cada vez más se va pa’ la mierda...
-
-Aquí tiene
-Aquí tiene
- -Muchas gracias
- -Gracias a usted
Que niña tan bonita.
-
-¿Cuántos años tienes?
-¿Cuántos años tienes?
- -Tengo 17 años, ya casi voy a cumplir 18. Jajajaja, últimamente vienen muchos policías por acá
- -¿Cuál otro ha venido?
- -Ay, no sé cómo se llama, es uno negrito.
Negro ‘hijueputa’ ese, gallinazo ese… ya conocía éste café y no me lo había mostrado, desgraciado.
- - Gracias nuevamente señorita
- -No hay porque
A ponerme en marcha, debo averiguar donde vive Morales, sé que vivía por la ‘Pasoancho’ con 66 cuando estaba soltero, pero no sé a dónde se pasó cuando se casó. En la comisaria, claro ahí deben saber. Lo malo de todo esto es que si Morales es el culpable ya no quedará quien inspire a ésta ciudad habitada por cucarrones mierderos, insectos que les gusta untarse de la mierda que hay regada en las calles.
Vaya basurero es esta comisaria, vaya basura son estos archivos… Morales, Morales, Morales… ¡Luis Fernando Morales! Aquí está… Calle 17 número 85c – 44, Barrio El Ingenio 3, Unidad Residencial El Surco, apartamento 801, torre 1. Maldito perro, vivía bien ese marica.
- -¡Hey! ¡Taxi!... gracias, pal’ ingenio por favor.
Hay algo que no concuerda con estos resultados, muestran que la curva de hemoglobina es doble, en la muestra que recogí había dos tipos de sangre, uno es el de Morales, y el otro puede que sea de la niña, lo extraño es que no está en el informe.
- - Aquí a la derecha por favor y luego por la primera a la izquierda.
No se sabe por qué renunció Morales… ¿Será que si se pudo haber convertido en un asesino en serie? Pero los asesinatos datan meses después de su misteriosa renuncia, tiempo suficiente para trastornase y dedicarse a matar y violar niñas inocentes.
- - Aquí en ésta unidad de la derecha… ¿cuánto le debo?
- -Son 13.700 pesos
- -Tome, muchas gracias
He llegado, ojala y encuentre algo que me ayude a avanzar en éste despreciable caso.
- - Apartamento 801, torre 1 por favor
- -¿A nombre de quién?
- -Diga que es un asunto policiaco
- -Un momento…
Qué bonito era El Ingenio antes, antes de que los sucios habitantes de ésta ciudad la mancharan de perdición y angustia. A veces pienso que el infierno debe ser un hotel cinco estrellas comparado con esta triste ciudad.
- - No contesta nadie
Sé que está ahí, las luces de su apartamento están prendidas.
- - No importa déjeme seguir esto es asunto de la sección de crímenes mayores de la policía
- - No lo puedo dejar seguir…
Que rico se siente apuntar de nuevo el revólver…
¡Maldito ascensor de mierda! Supongo que debo subir por las malparidas escaleras…
¿Todavía faltan 5 pisos? ¡No me joda!...
6… 7… 8…
¡Uff! Por fin. Vamos a ver si alguien contesta…
- - ¿Morales está ahí? Es de Crímenes Mayores… ¡Morales!... ¡Voy a entrar!
Me encanta como se desploman las puertas de una patada, y la sensación del revolver frio en las manos hacen que mis ganas de calentarlo sean mayores, pero hoy no será el día…
- - No ‘sigás’ o me tiro, ya no vale la pena nada…
- -Morales, “Moralito”, Luis… ‘bajáte’ de esa ‘hijueputa’ baranda
- -¡NO!... yo sé porqué está aquí y yo no maté a esas niñas, no tenía razones para hacer algo así y la última víctima era mi hija, y ahora no está aquí… y mi esposa se fue… y yo pienso seguirla…
¡¿SU HIJA?! Esa noticia se me había clavado en el cuello, no puedo respirar, es como si la sangre me estuviera ahogando, como si todas las venas de mi cuerpo de un momento a otro estallaran y la sangre quisiera salirse por donde pudiera.
- Sabía que en algún momento iban a venir, ‘mirá’ ahí en el comedor, encontrarás muchas respuestas…
Está todo, su acta de renuncia, si acta de matrimonio, ¿Su acta de adopción?... la última víctima no era su hija, era su hijastra… Un momento… ¿Dónde está esa ‘maricada’ del matrimonio? Oh aquí está… ese nombre, yo se que conozco ese nombre... ¿uhm? … maldito desgraciado, maldito perro, ahora recuerdo a esa zorra, Valentina Alegre, ¡ja! De alegre no tiene nada esa perra.
Eso fue hace quince años y medio más o menos, yo estaba saliendo con ella, como me gustaban esos días, la ciudad no estaba tan hundida en la oscuridad y en el desespero. Enserio me gustaba Valentina, era una mujer adorable, hermosa, pero maternal; siempre insistía en casarse, pero jamás fui bueno para compromisos pesados, ser policía no fue una decisión que haya tomado precisamente porque me gusta ser servicial, además en ese entonces no era oficial de Crímenes Mayores. Ella siempre me decía que quería formalizar las cosas, tener un compromiso, que me arrodillara como esos príncipes maricas de Disney y le propusiera matrimonio, lástima que se dio cuenta tarde del sapo con el que se había metido, un sapo que nunca se convertiría en un príncipe azul con un beso, ni siquiera con una buena mamada y eso que era una experta en ordeñarme. La muy perra salió embarazada, no sé en qué momento se me ocurrió comprar condones baratos, quien se iba a imaginar que esa ‘maricada’ de caucho se iba a romper; así que decidí dejarla. Me siento como un hijo de puta, pero no estaba listo para ese compromiso, no podía hacerme cargo de mi vida menos iba a poder hacerme cargo de la vida de alguien más.
Ahora entiendo, la malparida se casó con Morales y ella tubo a… no puede ser, la quinta niña, la última víctima, era… era… era mi hija. Tal vez hoy si sea el día en el que por fin caliente éste revolver y mi cabeza parece un buen blanco. Me siento helado, es como si toda esa sangre que antes quería rebosar por mis orificios de un momento a otro hubiera desaparecido, el calor corporal se volvió un mito… ¿Perdóname? ¿Eso acabo de escuchar? Tanto ruido en mi mente no me hace estar seguro… un momento…
- - ¡MORALES!
Ese hijo de puta, se lanzó y me dejo más ‘emproblemado’ de lo que estaba, pero seguro que éste marica no era el culpable… en estos papeles debe haber algo que me ayude a descubrir al malparido que mató a esas niñas… ‘esperá’… ésta foto, yo conozco ese reloj, ¿dónde carajos lo he visto?…
… Ese negro ‘triple-catre-hijueputa’, ese maricón alteró las pruebas para que pareciera que Morales es el culpable; negro mañoso, carroñero de mierda, depravado, sucio violador, ese ‘man’ es la mierda que caga esta ‘hijueputa’ ciudad. Ésta no será otra noche más en la Sucursal del Pecado, está será la noche en la que yo tendré el poder de decidir entre la vida y al muerte de ese malparido y seguro será la muerte.
Otra vez en está sucia comisaria, pero pronto todo acabará…
- - ¡Ve Aguirre, ¿dónde está el negro ‘hijueputa’ ese?!
- -Dijo que ya volvía, que iría a tomarse un café o algo así
Yo sabía, yo sabía…
-
-¡Negro!... ¡Negro!... ¡Negro!...
-¡Negro!... ¡Negro!... ¡Negro!...
- -¡Ah!
Ese alarido de esa niña casi me revienta los tímpanos…
- - Quieto ahí negro ‘hijueputa’
-- - Baja ese revólver o le pego un tiro ya a esta ricura, ‘bajálo’ que no quiero desperdiciar semejante manjar.
-- - Baja ese revólver o le pego un tiro ya a esta ricura, ‘bajálo’ que no quiero desperdiciar semejante manjar.
Maldito negro. Un depravado violador hace que todo lo que diga sea asqueroso, pero el hijueputa’ acento de éste negro hace que suene peor.
Siento como baja el sudor por la frente al mismo tiempo como le vuelve el calor a mi cuerpo; esto es excitante, siento como mis ojos aseguran el blanco, oigo el ruido que hace el ojo del “hombre nuclear”, la frente de ese negro dice “dame aquí maricón” y ahí le daré… que liberador es apretar ese gatillo, por fin calenté el cañón del revólver y que mejor que con ese negro marica… que linda imagen ver a ese mico desplomarse como se desplomó el World Trade Center, si no fuera por esa hermosa niña que ahora está a salvo, me vengo, es un placer casi sexual.
- - ¿Estás bien?
- -S… s… si…
Por fin había acabado, pero no me siento como se debería sentir un triunfador, no me siento como se debe sentir un equipo de futbol al ganar la copa mundial, no me siento como cuando un mariscal de campo recibe con sus manos la copa por haber ganado el súper tazón.
- - No te preocupes, ya estás a salvo. Ve a la comisaria, está una cuantas cuadras de aquí, ve y cuéntales que ha pasado…
- -Y… y… no… n… ¿no vas a acompañarme?
- -Ya te alcanzo, debo examinar el cuerpo… anda… ¡corre!…
Jamás volvería a ver ese hermoso rostro, jamás volvería a ver ningún rostro, supongo que es hora de descansar. Me encanta el calor de ese tubo metálico en mi cabeza, es reconfortante. Supongo que nada puede ser peor que ésta asquerosa ciudad, por eso hoy por fin será una noche en la Sucursal del Cielo.
